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Compartir la vida y el planeta sin norte que domine al rico sur

lunes, 27 de octubre de 2008

Cómo hacer leyes para garantizar derechos de niños, niñas y adolescentes




Esta guía fue elaborada para que, a la hora de aprobar nuevas leyes, se resguarde el pleno goce de los derechos a niños, niñas y adolescentes del Uruguay.




Guía legislativa
para proyectos referidos
a derechos de la infancia
y la adolescencia
Gustavo Daniel Conde
© Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
unicef Uruguay 007

domingo, 26 de octubre de 2008

VIVIENDO


Algunas fotos para compartir de pequeñas cosas de la vida.


martes, 22 de julio de 2008

Derechos de niños, niñas y adolescentes


Como dice Tonucci no hay nada más diferente que un niño para un adulto. Aprender a garantizar sus derechos es un desafío en este mundo pensado para las minorías.
Algunas reflexiones:







LA CUESTÓN SOCIAL
LA NECESIDAD DE LOS DESEOS

(Trabajo final del último módulo de mi maestría en derechos de infancia y políticas públicas en la UDELAR-Uruguay)









En este ensayo se trata de buscar algunas líneas de sentido en la implicación de los operadores de políticas sociales. Para ello se comienza por establecer algunas preocupaciones epistemológicas relativas al conocimiento de la realidad.

En un segundo momento se realizan algunas precisiones sobre la cuestión social como campo de intervención. En este sentido, se trata de ver en que medida se trata de concepciones que van modificándose en función de las lecturas disciplinarias y el momento histórico de que se trate.

Por último, se profundiza en la noción de necesidad, carencia, deseos y su relación con los proyectos colectivos de autoinstitucionalización de la sociedad. Si bien para ello se realiza una indagación bibliográfica, se tomará como base los aportes de Agnes Heller.

Se toma la participación como categoría que oficia de bisagra para visibilizar los procesos de cambio o de permanencia de las instituciones. Por tanto lo propongo como un analizador natural privilegiado que se mueve entre la necesidad y el deseo y que, por lo mismo, otorga sentidos diversos a las políticas según sus modos de presentación relativos a las demandas, los pedidos y los encargos en los colectivos sociales.

En definitiva se busca describir el campo de problemáticas que se pone en juego en el momento de la intervención, develando las prácticas que emergen de las políticas públicas que se despliegan sobre los grupos. Grupos sociales que han sido definidos como sujetos de la necesidad pero no necesariamente como sujetos de la acción.
Del concreto sensible al concreto pensado

La propuesta metodológica de la matriz crítica respecto al conocimiento, presenta una forma de acercamiento al objeto a través de la abstracción, “para aprehenderlo en sus conexiones esenciales, en su relación con la totalidad”. (Marietti, 2005:47). Dice Kosik: “la idea de totalidad, que comprende la realidad en sus leyes internas y descubre, bajo la superficialidad y casualidad de los fenómenos, las conexiones internas y necesarias, se opone al empirismo que considera las manifestaciones fenoménicas y casuales y no llega a la comprensión de los procesos de desarrollo de lo real” (Kosik, 1967:53). Esto quiere decir que en primer lugar, nos acercamos a la apariencia del fenómeno sobre el cual se va a intervenir, de manera que a través de sucesivas aproximaciones podríamos llegar a la esencia de las cosas, es decir “su estructura íntima, su procesualidad” (Marietti, 2005:49). Esta forma de acercamiento a lo real, se diferencia claramente de la razón positivista basada en el método científico instrumental: diagnóstico/ programación / ejecución / evaluación.
La relación apariencia / esencia o concreto sensible / concreto pensado, se fundamenta en la concepción que se tiene de la totalidad. Siguiendo a Kosik, la totalidad significa “realidad como un todo estructurado y dialéctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho […] Reunir todos los hechos no significa aun conocer la realidad, y todos los hechos (juntos) no constituyen aun la totalidad […] Lo concreto, o sea la totalidad, no es, por lo tanto, todos los hechos, el conjunto de ellos, el agrupamiento de todos los aspectos, cosas y relaciones […] falta aun lo esencial: la totalidad y la concreción” (Kosik, 1967:55,56). La realidad es entonces para el autor, totalidad concreta, que se convierte en estructura significativa para cada hecho o conjunto de hechos. Esto quiere decir, siguiendo la razón dialéctica, que “las categorías más universales contienen a las singulares, encontrando en este camino, particularidades que sirven para entender varios singulares en un universal, camino que va de lo más abstracto y universal a lo más concreto y complejo. Así se universaliza lo singular y se singulariza lo universal” (Marietti, 2005:50). En esta perspectiva también se mueve el Análisis Institucional para desplegar un campo de análisis en el cual estén comprendidas todas las dimensiones y sentidos posibles de la Institución como construcción social. (Lourau, 1975).
La complejidad de la realidad entonces es un aspecto que debe ser pensado por las Políticas públicas que por su universalidad o bajo la pretensión de focalización tienden, muchas veces, a simplificar los diagnósticos a fin de operativizar las acciones.

Un efecto de la ejecución de las políticas públicas consiste en simplificar la realidad sobre la cual se opera invisibilizando los aspectos que quedaron fuera del diagnóstico inicial.

A la hora de evaluar políticas sería conveniente entonces, que se comience por analizar: ¿Qué fue lo que quedó por fuera? ¿Cómo se desarrolló el proceso de institucionalización de esa política pública y, fundamentalmente, si se contribuye a modificar o a mantener incambiada aquella situación sobre la que interviene?

Detrás de toda política existe una manera de entender y comprender lo social. Por lo mismo es necesario delinear algunos aspectos históricos de la noción de cuestión social. Noción que hoy se debate en cuanto a si existe una nueva cuestión social (Rosanvallon, 1995) o si ha sufrido una metamorfosis (Castel, 1997)
Final

Del deseo al encuentro

Lo dicho hasta aquí deja en evidencia que el deseo no se expresa sólo en las personas individuales sino también en lo que estas instituyen colectivamente a partir de las relaciones que establecen y en la singularidad de las lógicas prácticas que regulan su vida cotidiana. En este sentido una escuela, un hospital, un comedor público, una biblioteca puede ser visto como un efector que aumenta o disminuye una cobertura de servicios para satisfacer “en cantidad” determinadas necesidades sociales o por el contrario como espacios en que los grupos sociales construyen proyectos autogestivos para la satisfacción de necesidades radicales o deseos más o menos explícitos de cualidades irreductibles en términos económicos.

Son movimientos locales que transforman la vida cotidiana y que los operadores de políticas solo pueden visualizar en el análisis de la demanda que es posible realizar en el momento de la intervención. Esto se debe a que no son universales que puedan conocerse mediante un saber disciplinario. Es un proceso de “traducción” de necesidades en función de condiciones particulares. Por ejemplo, una institución educativa puede tener una oferta de formación que se articulará con la demanda de un grupo de personas. A su vez los estudiantes deberán ir optando por diversos caminos posibles en función de su deseo singular de formación y la institución podrá ser más o menos sensible para adecuar su oferta o mantenerla inmutable. Es en este sentido que las políticas pueden atender la singularidad de los procesos autogestivos en la medida que en su ejecución puedan dar lugar a la elucidación de la demanda de los actores.
De otra manera podría entenderse que la política pública debería orientar a las personas en el proceso por el cual la adscripción social de necesidades se traduce en cualidades individuales.

En este sentido, vale la pena señalar la preocupación de Amartya Sen de considerar el problema de la distribución de bienestar, ya que la transformación de los ingresos en capacidades y la habilidad para aprovechar la igualdad de oportunidades varían con cada persona. Las políticas sociales entonces deberían instituir prácticas que pudieran expandir la capacidad de las personas para llevar una vida más libre y más digna. Esto no significa que los sistemas de protección social no requieran garantizar una cobertura universal para determinadas necesidades que se adscriben como sociales pero su futuro sólo estará garantizado si se enmarcan en la lucha por los derechos desde la pluralidad y la diversidad de los actores sociales, en particular de aquellos grupos (como los niños, niñas, mujeres y etnias) que la modernidad dejó fuera de su pacto fundante.



PRESENTACIÓN


Esta página es para disfrutar y compartir, conocer compañeros de ruta y aprender, entender un poco más el mundo y transformarlo, combatir la injusticia y denunciarla.